domingo, 16 de junio de 2013

¿Sabes cómo se creó el Día del Padre?

Durante estos días nos han saturado con comerciales en la tv, radio y prensa que nos indican que ellos tienen el mejor regalo para papá, que con eso los harás feliz y que lo único que les importa es un presente donde demuestres todo tu amor.
Pero bien sabes que eso no es lo principal, que lo importante es el cariño y demostrarle lo especial que es un padre, que con su entereza y ejemplo busca construir una familia fuerte cuya unión esté basada en el amor y la educación.

Y esto lo saben todos los que tienen la dicha de contar con una imagen paterna a su lado, que cuentan con su esencial presencia y apoyo.

Pero este papel fundamental -al igual que el de la madre- no es necesario que lo recordemos en un sólo día, sino que cada uno de las horas que compartimos con ellos. Es por eso, que para muchos este Día del Padre es una celebración innecesaria y comercial, pero como nuestra curiosidad por saber los orígenes de todo es tanta, quisimos averiguar de dónde nace esta tradición.


Pero ¿cómo se origina?



Este día está casi unánimemente acreditado a la Señora Sonora Smart Dodd, nativa de Washington, Estados Unidos, quien sugirió la idea de la celebración allá por 1909.

La madre de Sonora murió joven cuando daba a luz a su sexto hijo, y como resultado fue William Dodd, su padre, quien tuvo la difícil tarea de sacar adelante a sus hijos. Por esta razón ella quería que se destacara el papel de los padres en la sociedad, especialmente de aquellos que cumplían con su papel de educadores y que brindaban el apoyo indispensable a sus hijos.

La fecha elegida originalmente fue el 5 de junio, día del cumpleaños del Señor Smart, pero se pospuso hasta el 19 de junio, el tercer domingo del mes, pues no había tiempo suficiente para los preparativos. En 1910, en Spokane, Washington, se celebró el primer Día del Padre como hoy se conoce.

En la misma época, en otras ciudades de Estados Unidos también la gente comenzaba a celebrar la fecha. Aunque algunos consideran a la Señora C. Clayton de Virginia, como la creadora de este festejo, la mayoría de las historias coinciden en acreditarlo a Sonora Dodd.

Desde fechas tempranas, llevar una flor era la forma tradicional de celebrar el Día del Padre. Sonora dedicó la rosa roja para honrar a padres aún vivos, y cualquier tipo de flor blanca para honrar la memoria de padres fallecidos. J.H Beringer, quien también promovió estas celebraciones desde los inicios en Washington, eligió la lila como la flor del Día del Padre.

En 1924 el presidente Calvin Coolidge hizo del Día del Padre una celebración nacional. Luego en 1966 el presidente Lyndon Johnson firmó una proclamación presidencial que declaraba oficialmente el tercer domingo de junio como el Día del Padre en Estados Unidos. A partir de este instante la celebración se esparció rápidamente a Europa, América Latina, África y Asia.

Como vemos, este día comercial tiene sus orígenes en sentimientos profundos y válidos, donde el rol del padre se destaca cuando existe la carencia materna o simplemente cuando

ellos son quienes se hacen responsables de los hijos y la familia.

Entonces, y sobre todo en una sociedad como la nuestra, donde las separaciones son cada vez más frecuentes y no siempre las madres se quedan con los hijos, este día es la oportunidad para saludar y demostrarle tu afecto no solamente a quienes te han dado la vida, sino a todos aquellas personas que han actuado como un ejemplo para ti, como algún padrastro, tío, primo o abuelo.