Por Arq. Urb. MANUEL ZUBIATE
VIDAL
URVIA Corporación Andina de Urbanista
En anteriores artículos nos hemos concentrado en las
posibilidades de desarrollo urbanístico de Gamarra especialmente a partir de la
desaparición del Mercado Mayorista, concentrándonos en el potencial del terreno de 3 hectáreas, ahora
virtualmente vacio. Previamente es
importante destacar la decisión municipal de desalojar el mercado y trasladar
finalmente la función a Santa Anita. Ya
se ha exhibido la propuesta municipal consistente en habilitar un parque con
varias facilidades en dicho terreno y
ahora nos parece importante aportar ideas para su mejor implementación, dado
que es momento de una acción largamente esperada.
Puntualizamos que Gamarra no cuenta con usos ni locales que
complementen su alta especialización comercial, y a la vez, que todas las
decadentes áreas de vivienda de San Cosme, El Agustino, San Pablo también
adolecen de áreas de servicio y equipamiento para la comunidad que allí
vive. En la zona de Gamarra es casi
imposible implementar esos usos porque el precio de los terrenos al ser muy
altos, lo hacen inviables, salvo la excepción que se produce en los restaurantes
de comida rápida sobre el ex - parque Cánepa.
En los barrios al otro lado de la Av. Aviación, tampoco ha sido posible
implementar usos comunales de gran escala por la no disponibilidad de terrenos
municipales ni de dinero para construirlas y mantenerlas. Como resultado, en largos años han convivido,
un centro comercial extraordinariamente activo que moviliza millones de soles
durante el día pero que permanece vacio durante la noche, con barrios ubicados
detrás por los mercados Mayorista y Minorista, con alta necesidad de recursos
económicos. Por la conformación de las
calles ambos mercados han actuado como una pared que aíslan la Av. San Pablo,
los barrios de San Cosme principalmente, resultando a consecuencia barrios
- ghetos, con un porcentaje de
habitantes de mal vivir que tienen jaqueada a la población pujante y con deseos
de progresar, como lo demuestran muchas personas que han destacado en nuestro
medio. Es decir, el aislamiento físico
genera las condiciones para esta situación negativa.Nos preguntamos: ¿es posible impulsar el desarrollo de todo este barrio usando adecuadamente las 3 hectáreas que quedan disponibles? A la luz de prácticas urbanísticas en muchos países, responderíamos afirmativamente, considerando posible iniciar un proceso denominado de Regeneración Urbana de todo el barrio que tendría como ámbito el propio Gamarrra, el Cerro San Cosme y las calles aledañas a San Pablo hasta las propiedades ubicadas al borde de la Av. Bauzate y Meza. Para ello es necesario definir los principales programas, acciones, que deben desarrollarse, y entre ellos considerar la necesidad de brindar equipamientos físicos y facilidades para alojar esos programas, que actualmente la población no posee. En el escenario que teníamos antes del desalojo, esta regeneración era improbable de realizar debido a la ausencia de un terreno disponible capaz de albergar esos equipamientos. Las regeneraciones urbanas realizadas normalmente emplean un “disparador o elemento catalítico” que tenga tal fuerza e impacto que genere un entusiasmo en la población, sobretodo si se acompañan con la puesta en marcha de los nuevos programas educativos, deportivos o de cualquier índole que estén previamente definidos. Este proyecto urbanístico debe contar necesariamente con un amplio espacio público implementado con áreas verdes que automáticamente beneficie a la población. Este espacio y su orquestación de acciones, irradian valor a las áreas circundantes y facilitan que se expanda un bienestar que cubra poco a poco las áreas más problemáticas.
De lo expresado oficialmente, esperaríamos que el
proyecto este concebido con una amplia perspectiva y que sea el primer escalón
para esas varias acciones posteriores. La solución planteada por la municipalidad
tiene los elementos básicos para cumplir este rol del espacio pero nos parece
que sería una solución para una primera etapa por su facilidad para ser
implementada en corto tiempo. Esta trae
inmediatos beneficios, pero en el futuro debería enriquecerse la propuesta con
otros elementos.
Una posibilidad futura
Una posibilidad futura, que
exhibo en el gráfico adjunto, es implementar dos líneas de edificaciones que
contengan los usos propuestos por la municipalidad más otros que sean
complementarios a Gamarra pero que puedan
extenderse su uso hasta la noche. Un
área verde, entre ellos de por lo menos 40 metros de ancho garantiza un espacio
arbolado y con actividad social diversa.
Estos locales podrían ser fácilmente construidos por el sector privado
garantizándose que exista público usuario en la zona día y noche a la vez de
financiar y mantener tan extenso nuevo
parque en Lima. El público usuario
recorrería necesariamente todos los frentes
dotando de seguridad y actividad todas las áreas verdes del terreno y
los nuevos espacios públicos.
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